Dentro de la amalgama de lugares turísticos que el cantón Baños de Agua Santa ofrece a sus visitantes, uno se ha convertido en parada obligatoria en el itinerario de las miles de personas que la visitan año tras año.
Se trata de la fascinante y encantadora Casa del Árbol, una pequeña edificación de madera montada sobre un árbol gigante.
El sitio permite a los aventureros disfrutar de vistas inolvidables, increíbles y directas del cráter, cono, faldas, quebradas, desfiladeros y comportamiento del volcán Tungurahua. Esto porque se encuentra ubicada justo en frente del flanco occidental del coloso, sobre una pequeña colina, a escasos 2,5 kilómetros en línea recta de la cima del macizo.
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